y doce características del desarrollo económico capitalista dependiente
La presidencia de Pedro Castillo no ha significado un cambio radical en el rumbo económico del país. El aumento de las inversiones públicas y el aumento del nivel del salario mínimo no pueden considerarse como los cambios esperados por las masas. Invitar empresas extranjeras a invertir en el Perú y la esperanza de formar parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la organización de los países capitalistas más avanzados es definitivamente lo que un gobierno socialista no buscaría. Pedro Castillo y sus amigos en el gobierno anhelan el reconocimiento del capital internacional.
Al buscar el apoyo del capital, los gobiernos de Pedro Castillo perdieron el apoyo de la población. En lugar de luchar por el cambio social movilizando a la población y creando comités en defensa del programa electoral de orientación socialista, comenzó a negociar con los representantes del empresariado en el Congreso. En vez de defender a sus ministros con claro perfil radical, empezó a cambiarlos por aquellos aceptables para el capital, por burócratas o por individuos con trayectorias cuestionados.
Es exactamente la creencia en la honestidad democrática y social del capital lo que ha hecho que el actual camino político y económico no lleve a ninguna parte. Es la debilidad política, social e ideológica de la izquierda lo que ha ayudado al reforzamiento de la derecha. La izquierda no tiene los cuadros políticos para enfrentar políticamente a la derecha. Debe recordarse que no es la fuerza de la derecha lo que nos ha hecho débiles, sino es nuestra debilidad que ha hecho fuerte a la derecha.
Creemos que un programa económico de cambio social revolucionario debe partir del reconocimiento de las características de la economía peruana. Es sobre la base de estas características que podremos desarrollar e implementar un programa económico de cambio social en beneficio de las grandes mayorías. Lo que sigue son doce características del desarrollo capitalista dependiente peruano.
1) El crecimiento económico (o desaceleración) es principalmente la consecuencia del aumento (o disminución) de la demanda de los recursos naturales del país y del aumento (o reducción) de los precios de las materias primas en los mercados internacionales. El Perú es principalmente un proveedor de recursos naturales para el desarrollo económico capitalista en el Norte Global.
2) El desarrollo económico depende en gran medida del crecimiento económico o del desarrollo de la demanda en, principalmente, los países capitalistas avanzados y China.
3) La contribución del sector manufacturero al Producto Bruto Interno (PBI) es relativamente pequeña. En el periodo 1980-2019, el aporte de este sector al PBI fue pequeño e incluso decreciente. Esto, sin embargo, no es solo un fenómeno peruano. En Colombia, Bolivia y Brasil, entre otros países, se puede encontrar el mismo problema. Todos estos son países dependientes, en gran parte, de sus recursos naturales. También en Malta, los Países Bajos, Nueva Zelanda y los Estados Unidos, la contribución del sector manufacturero es relativamente pequeña. Lo que marca la diferencia entre estos dos conjuntos de países es el hecho de que el segundo grupo (todas las naciones pertenecientes al Norte Global) compensa en gran medida la limitada contribución de su sector manufacturero al PBI con la producción de servicios transables.
4) Los sectores no transables son contribuyentes clave al PBI. De ahí que la cuenta de servicios de la balanza de pagos del país muestre estructuralmente un déficit. Este desequilibrio externo expresa la particularidad de la producción capitalista en el Perú. El predominio de los sectores no transables (electricidad y agua, construcción, comercio y la mayoría de los servicios) en el PBI demuestra que la producción no se concentra en bienes y servicios exportables de alto valor agregado.
5) La relación entre la división internacional del trabajo y la estructura económica del Perú se fortalece con los movimientos internacionales de capital. Estos movimientos no solo dan como resultado el papel particular del país en la división internacional del trabajo, sino que la división misma ayuda a configurar, a su vez, las particularidades de estos flujos de capital. Los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) revelan que el capital internacional se ha interesado principalmente en los sectores de minería, hidrocarburos y telecomunicación. Este es un patrón que se ha expresado en el argumento de que los flujos de capital hacia los países subdesarrollados se especializan en la producción para el mercado mundial o establecen la infraestructura para esta producción.
6) La relación entre el papel del país en la división internacional del trabajo y los flujos internacionales de capital se refleja en la parte superior de la estructura empresarial de una nación. Según datos de la revista económica América Economía, las principales corporaciones que operan en el Perú son emprendimientos empresariales de los sectores extractivos de la economía. Además, mientras que en la década de 1990 el top cinco de las corporaciones más grandes que operaban en el Perú eran nativos, desde el año 2000 el capital extranjero domina el ranking del top cinco de las empresas más grandes del país.
7) La posición dominante del capital extranjero en los países de la periferia hace muy difícil el desarrollo de una clase de empresarios locales. La mayor presencia de capital extranjero impide que madure una burguesía industrial nacional y prospere un desarrollo capitalista nacional y autónomo.
8) La función primordial de los países periféricos de proveer los recursos naturales y mano de obra barata para los procesos productivos en el centro del desarrollo capitalista mundial, reduce las necesidades de los líderes políticos locales o de las élites para iniciar procesos nacionales de desarrollo tecnológico. Las rentas extractivas ayudan a mantener sus privilegios. Los procesos de industrialización no son necesarios para el progreso económico y social en beneficio de las élites y de los principales líderes empresariales. Por lo tanto, en general, las tasas de productividad en las regiones subdesarrolladas son más bajas que en los países capitalistas avanzados.
9) La importancia clave de los sectores extractivos para el desarrollo económico de la periferia ha contribuido a la idea de que estas economías son economías duales. Definitivamente es un hecho que los principales sectores económicos están dominados por el capital internacional y algunas grandes empresas nacionales. Estos sectores se caracterizan por altas tasas de productividad, inversiones de capital a gran escala y una mano de obra relativamente calificada. El resto de la economía está siendo ocupada por microempresas que se asfixian con bajas tasas de productividad y brindan empleo a la mano de obra manual “superflua”, mayormente poco calificada. La gran mayoría de la Población Económicamente Activa (PEA) no se necesita para hacer operar el modelo extractivista de desarrollo.
10) En términos generales, los niveles de productividad del capital nacional son inferiores a sus principales competidores en los países capitalistas avanzados. Esto obliga a estas empresas a aumentar las tasas de explotación para mantener sus márgenes de ganancia, alcanzando los niveles de superexplotación.
11) La limitada disponibilidad y uso de tecnologías en la periferia del desarrollo capitalista mundial y la falta de inversiones en capital humano, que conducen a tasas de productividad, en general, inferiores al promedio mundial y provocan reducidos niveles de competitividad, no solo urge al capital nacional a utilizar prácticas de superexplotación, sino también es la base del comercio desigual. Los llamados países subdesarrollados sufren permanentemente una fuga de riqueza en sus relaciones comerciales con los países del Norte Global a medida que sus términos de intercambio se deterioran estructuralmente.
12) El mercado interno peruano es muy pequeño. Esto puede demostrarse por el gran número de la población peruana que trabaja en microempresas y gana un sueldo o salario igual o cercano (por debajo o por encima) del nivel del salario mínimo nominal. El desarrollo del mercado interior está condicionado por el desarrollo de la economía mundial. En otras palabras, los ciclos internacionales de auge y caída determinan la evolución del mercado interno. Las fuerzas económicas internas son demasiado débiles para aumentar, por sí mismas, el tamaño del mercado interno.