Francisco Prada en 2005 © Roberto Sanabria |
Triste noticia que golpea lo más
hondo del corazón, cuando se anunció la partida del compañero, del amigo, del
camarada y sobre todo del hermano de ayer, hoy y siempre.
Su voz pausada para dar el
consejo, su voz suave para saludar al amigo, su voz fuerte, indignada, altanera
y rebelde para decirle al opresor, que aún hay un pueblo que resiste, que
pelea, que persevera por ver nuestro continente emancipado, que todavía en la
patria grande de Bolívar, quedan revolucionarios a los cuales ni los gobiernos
de ayer ni los de hoy les pudieron poner precio, ni los pudieron confundir con
falsas revoluciones y predico en medio de tanta confusión e incomprensión la
necesidad de romper las cadenas que arrastramos desde la colonia hasta nuestros
días y tratar de encontrar un Tercer Camino que muchas veces en sus
conversatorios presentó como Proyecto Utopía.
Se nos fue el “Flaco Prada”,
el “QUIJOTE DE LOS ANDES” guerrillero heroico que sembró su
ejemplo en los llanos y montañas de Venezuela, con humildad y sobre todo
perseverancia en una lucha sin cuartel, llena de sacrificios, prisión,
tortura que sólo los verdaderos revolucionarios asumen por amor a su
pueblo, por redimir a los humildes del campo y la ciudad, por la clase obrera
explotada y vejada en unas relaciones de poder entre opresor y oprimido.
Hoy nos toca recordar uno
de sus tantos escritos, donde nos decía: “Los que hemos reflexionado y vivido,
lo acertado y lo erróneo, todas las experiencias de tiempos y resistencia, en
la paz y en la guerra, la forma como hemos ido desbrozando junto al pueblo un
camino, dando pasos en su concreción, en ruptura radical con el viejo esquema y
estructura partidista que en su versión de izquierda y de derecha terminan
configurando modalidades del poder del capital, llegamos a esta encrucijada. Y
desde hace tiempo elegimos ir construyendo un TERCER CAMINO. Sí, el de las
comunidades de los espacios convivenciales, y lo proclamamos como PROYECTO
UTOPÍA, porque es la misma búsqueda que siempre ha alimentado al hombre. Y hemos
logrado avanzar en la comprensión de la dialéctica concreta de la sociedad
venezolana y sabemos como la fueron vislumbrando quienes cumplieron tantas
jornadas de lucha en búsqueda de los mismos y llegaron a la configuración de
una Patria Grande emancipada que es realmente la utopía nuestra y en cuya
factibilidad histórica comenzamos a creer con el andar firmemente por el duro
camino de la lucha del que nos habló Argimiro Gabaldón; sin claudicaciones, e
ir así conformando una fuerza de pueblo, expresión de todos los matices de esta
“nueva humanidad” que se fue formando en este Nuevo Mundo”.
Hoy nos queda su ejemplo, ejemplo
que asumimos desde el “Colectivo Tercer Camino”. Desde el mismo entendemos que
trataran de borrar tu conducta inquebrantable como revolucionario, pero se
equivocan, porque en primer lugar te venimos a sembrar y no a enterrar, y en
esa siembra que ya tienen retoños está ya en nuestros hijos y en los hijos de
nuestros hijos, que llevaran tu bandera por la libertad, por la patria y por el
pueblo.
HASTA LUEGO
COMANDANTE
COLECTIVO TERCER
CAMINO
* * *
Francisco Prada fue también mi
Comandante, en los años (1969-1971) en que - como miembro de las Faln
venezolanas - fui su representante en Italia y en Europa. No nos conocimos
personalmente en la época de la guerrilla, sino muchos años más tarde, en La Realidad,
Chiapas, en el verano de 1996, en ocasión del Primer encuentro intergaláctico.
Como homenaje a aquel pequeño grupo de compañeros venezolanos (que incluía a
Douglas Bravo, Franscisco y su hijo Francisco Elías) que en Venezuela habían
sido capaces de «continuar la guerrilla con otros medios», decidí inscribirme en
el grupo venezolano en vez de en el italiano, desfilando junto a Francisco y
demás compañeros en la marcha de apertura.
Lo encontré otras veces después
de aquella ocasión y pude comprobar que sobre sus hombros descansaba el máximo
peso organizativo de la corriente revolucionaria inspirada directamente por
Douglas: Utopía Tercer Camino,
conocida también como Ruptura Tercer Camino, componente venezolana del proyecto
internacional de Utopía Roja. Con
Francisco muere un utopista rojo venezolano.
Con él desaparece también uno de
los últimos representantes de aquella generación latinoamericana que en la
década del 60 tuvo el coraje de tomar las armas por la revolución, pero supo
luego dejarlas cuando fue evidente la imposibilidad de alcanzar los resultados esperados:
pero a diferencia de otros, lo hizo sin traicionar, sin capitular ante los
espejismos del capitalismo, del electoralismo y ni siquiera ante los del
neo-estalinismo soviético brezneviano. Siguió siendo un revolucionario. De
compañeros así, de ex guerrilleros que aún luchan por la revolución, quedan
realmente pocos en América Latina y ahora nos quedamos todos un poco más solos.
Me asocio al dolor de Francisco
Elías Prada (el hijo, un artista de la fotografía), de Douglas, de Julio y de
todos los compañeros que junto al «Flaco Prada» trataron de poner término al
capitalismo venezolano y de abrir las puertas al socialismo antiburocrático e
internacionalista.
Hasta siempre, compañero
Francisco.
Roberto Massari
(traducción: Enzo Valls)
De izquierda a derecha: Roberto Massari, Francisco Prada,
Douglas Bravo y otros dos compañeros
en La Realidad (Chiapas), julio de 1996 © Yuri Valecillo |
Francisco Prada è stato anche mio Comandante, negli anni (1969-1971) in cui
- come membro delle Faln venezuelane - fui loro
rappresentante in Italia e in Europa. Non ci conoscemmo personalmente all'epoca
della guerriglia, ma molti anni dopo, a La Realidad in Chiapas nell'estate 1996, in occasione del
Primo incontro intergalattico. In omaggio a quel piccolo
gruppo di compagni venezuelani (che includeva Douglas Bravo, Francisco e suo
figlio Francisco Elías) che in Venezuela erano stati capaci
di «continuare la guerriglia con altri mezzi», decisi di iscrivermi al gruppo
venezuelano e non a quello italiano, sfilando con Francisco e gli altri
compagni nel corteo di apertura.
Dopo di allora ho avuto altre occasioni di incontrarlo e di rendermi conto
che sulle sue spalle riposava il massimo peso organizzativo della corrente
rivoluzionaria ispirata direttamente da Douglas: Utopía
Tercer Camino, conosciuta poi anche come Ruptura Tercer Camino,
componente venezuelana del progetto internazionale di Utopía
Roja. Con Francisco muore un utopista rosso
venezuelano.
Con lui scompare anche uno degli ultimi rappresentanti di quella
generazione latinoamericana che negli anni '60 ebbe il coraggio di prendere le
armi per la rivoluzione, ma seppe poi lasciarle quando fu evidente
l'impossibilità di raggiungere i risultati sperati: ma a differenza di molti
altri, lo fece senza tradire, senza capitolare davanti ai miraggi del
capitalismo, dell'elettoralismo e nemmeno davanti a quelli del neostalinismo
sovietico brezneviano. Continuò ad essere un
rivoluzionario. Di compagni così, di ex guerriglieri che ancora lottano per la
rivoluzione, ne restano veramente pochi in America latina e ora siamo tutti un
po' più soli.
Mi associo al dolore di Francisco Elías Prada (il
figlio, un artista della fotografia), di Douglas, di Julio e di tutti i
compagni che insieme a «el Flaco
Prada» hanno cercato di porre termine al capitalismo venezuelano e di aprire la
porta al socialismo, antiburocratico e internazionalista.
Hasta siempre compagno Francisco.
Roberto Massari
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