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Continuando con la investigación “Historia de la Revolución Inconclusa”, en esta octava entrega el Equipo de Investigación y Entrevistas –conformado por Marcelo Colussi / Rodrigo Vélez-Guevariando, y para la ocasión el aporte del compañero Javier Lajo, de Perú, prestigioso investigador en ciencias sociales así como actor político en su tierra– se presenta hoy una entrevista a Hugo Blanco Galdós, miembro destacado de la Confederación Campesina del Perú (CCP), quien comandara la guerrilla indígena de los años 60 del pasado siglo en La Convención y Lares, en el Cusco, Perú.
Continuando con la investigación “Historia de la Revolución Inconclusa”, en esta octava entrega el Equipo de Investigación y Entrevistas –conformado por Marcelo Colussi / Rodrigo Vélez-Guevariando, y para la ocasión el aporte del compañero Javier Lajo, de Perú, prestigioso investigador en ciencias sociales así como actor político en su tierra– se presenta hoy una entrevista a Hugo Blanco Galdós, miembro destacado de la Confederación Campesina del Perú (CCP), quien comandara la guerrilla indígena de los años 60 del pasado siglo en La Convención y Lares, en el Cusco, Perú.
Entendiendo la violencia popular como una reacción a las injusticias del sistema que les explota, los alzamientos y reacciones violentas de toda forma de organización de los pueblos en lucha no pueden ser considerados “violentos” en sentido ofensivo sino prácticas de defensa ante los ataques que reciben. Es allí donde cobra total sentido aquella famosa frase de “la violencia en manos del pueblo no es violencia: es justicia”. En esa lógica se analiza también el papel histórico que jugó la organización Sendero Luminoso, de acción armada y de gran importancia en la historia reciente de Perú.
El tema de la presente entrevista, como en toda la investigación donde también fueron contactados otros ex miembros de grupos guerrilleros de varios países de la región (Guatemala1, Argentina, Uruguay, Chile1, Chile2, Guatemala2, Nicaragua), gira en torno a un balance crítico de esos movimientos revolucionarios de acción armada de algunas décadas atrás, y a ver cuáles son los caminos posibles que en la actualidad se le presentan al campo popular en su búsqueda de otro mundo más justo, menos salvaje y sanguinario que el contemporáneo.
Javier Lajo: ¿Qué piensa de la violencia revolucionaria en general?
Hugo Blanco: El sistema capitalista ejerce mucha violencia contra la humanidad; la violencia es también matar de hambre a la gente, promulgar leyes represivas, etc. Esta es la violencia fundamental, la que el sistema explotador ejerce contra los oprimidos. En cambio, la violencia de los oprimidos que se da contra los opresores es una violencia de respuesta; es decir estamos hablando acá de la violencia de las masas explotadas. Ésta es diferente a la que significa que “un grupo de valientes” se levantan en armas contra algún gobierno. Aunque, claro que hay suficientes justificaciones ¿no?... Pero hay que ver aquí la eficacia de estas acciones vanguardistas o elitistas. Hay que ver si esa violencia ofensiva es útil, si va a resolver el problema o lo va a empeorar. Y esa violencia, como la de Sendero Luminoso, no ha resuelto nada en el Perú desde el año 80 del siglo pasado; al contrario, ha ocasionado 70,000 muertos, siendo la mayor parte de ellos indígenas. Con esto las organizaciones populares han resultado muy debilitadas, porque los gobiernos tomaban como pretexto esto de que eran “senderistas” y apresaban, torturaban y mataban a dirigentes populares. Y luego también Sendero Luminoso comenzó a matar a dirigentes indígenas acusándolos de soplones. Es así que el movimiento indígena fue acorralado entre dos fuegos. Nosotros, en la Confederación Campesina del Perú (CCP), hemos estado en contra de ese tipo de acciones. Yo he tenido una formación leninista, y el leninismo está en contra de ese tipo de acciones desestabilizadoras. El mismo Lenin escribió un folleto sobre el asunto: “El izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo”. Entonces, por todo esto estuvimos en contra de esa acción aislada que se volvió en contra del movimiento popular. Estas acciones resultaron contraproducentes finalmente. Por supuesto que no se puede comparar a las FARC de Colombia con Sendero del Perú, pero estoy en contra de las acciones de las FARC, estoy en contra de las acciones del ERP de México, que es otro grupo guerrillero.