Los últimos días del 2016 en el Perú fueron preocupantes por los efectos del calentamiento global por la emisión de gases de efecto invernadero por los dueños del mundo: Las grandes empresas transnacionales:
“Diez regiones del país han sido escenario de incendios forestales en tan solo una semana. Los departamentos afectados por el fuego son La Libertad, Pasco, Lambayeque, Áncash, Tumbes, Piura, Ayacucho, Lima, Huancavelica y
Cajamarca.”
“Flora y fauna vienen siendo devastadas por los siniestros. Además, dos personas murieron el domingo 20 en Cajamarca producto de un incendio que todavía no puede ser controlado, según información del alcalde de Querocoto.”
“Noviembre del 2016 fue el más seco de los últimos 30 años en la sierra centro occidental. Fue el más seco de los últimos 20 años en la sierra norte.”
“Los agricultores del valle de Tambo, en Arequipa, sufren la escasez de agua causada por El Niño y sus cultivos agonizan. La represa de Pasto Grande, Moquegua, disminuye drásticamente sus niveles y hay alerta de emergencia para Arequipa, Tacna, Moquegua y Puno.”
¿Qué actitud toman el gobierno y el parlamento ante eso? ¿Protestan por ese ataque del gran capital a nuestro país? ¡Ni pensarlo! El ejecutivo y el legislativo están al servicio del gran capital transnacional. Se ponen a su servicio para arremeter contra la naturaleza y la población peruana.
La principal riqueza peruana es su biodiversidad. De las 104 zonas de vida que hay en el mundo, en el Perú existen 84. Tenemos desde una porción de la selva más grande del mundo hasta los desiertos de la costa. Cordillera oriental lluviosa, cordillera occidental seca. Para fortuna nuestra, la cordillera andina va de sur a norte y no de este a oeste; esto hace que el clima a 1000 m. de altura en el norte sea más cálido que a 1000 m. de altura en el sur.
Como si esto fuera poco, el mar peruano debiera ser cálido, pues estamos en el trópico de capricornio. Sin embargo, la corriente de Humboldt que viene del sur es fría, ocurre un movimiento del agua horizontal y vertical, pues el agua caliente sube y el agua fría baja. Esto produce gran variedad de fitoplancton y zooplancton, que son vegetales y animales microscópicos que a su vez alimenta a gran variedad de peces.
Esta asombrosa variedad climática produce gran variedad vegetal y animal, que se refleja en diversidad cultural humana.
Esa biodiversidad debía ser protegida y aprovechada para la alimentación y la economía de nuestro pueblo. Desgraciadamente no es así. ¿Por qué? Porque no es el pueblo quien gobierna, sino los sirvientes del gran capital transnacional.
A esas empresas no les interesa el bienestar del pueblo peruano, su único interés es ganar la mayor cantidad de dinero posible en el menor tiempo posible. No les importa si para lograrlo matan nuestro gran tesoro, la naturaleza; no les importa los daños que sufre la población por esa causa.
Los fieles sirvientes de esas empresas son los que se turnan para gobernar el Perú, cualquiera que sea su apellido (Fujimori, Toledo, García, Humala, Kuczynski), cualquiera que sea el nombre de su partido (Fuerza Popular, PPK, Apra, Nacionalista Peruano, Acción Popular).
Por servir a sus amos desarrollan una economía en provecho de las grandes empresas y en perjuicio de la naturaleza y de la población: Minería a cielo abierto, agro-industria, extracción de petróleo, harina de anchoveta.
Naturalmente el pueblo peruano se defiende: Los campesinos luchan contra la gran minería en defensa del agua y de la vida. La agricultura familiar lucha contra la agroindustria en defensa del agua con que alimenta al pueblo peruano, en defensa del suelo envenenado con fertilizantes químicos; en defensa de animales, vegetales y gente, matados con fumigaciones de insecticidas y herbicidas químicos. Los pescadores artesanales luchan contra los fabricantes de harina de pescado en defensa de la biodiversidad marina que alimenta al pueblo. Los hermanos amazónicos luchan contra el criminal envenenamiento petrolero de sus ríos y cochas.
El gobierno actual busca un Acuerdo Nacional, naturalmente para coordinar la política de servidumbre al capital transnacional.
Los sectores populares que luchamos en resistencia contra esa política, debemos responder con un Acuerdo Nacional de los de abajo para coordinar nuestras luchas de resistencia contra la política al servicio de las grandes transnacionales que ataca a la naturaleza y al pueblo peruano.
Lucha Indígena, Año 11, Nº 125.
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