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martedì 31 maggio 2016

“VOLVERÍA A LA MONTAÑA A JUGARME LA VIDA”: CONVERSACIÓN CON DOUGLAS BRAVO, por Jolguer Rodríguez Costa

© Henry Delgado
P. —¿Cuándo y por qué rompió con el marxismo?

R. —Nos expulsaron del Partido Comunista de Venezuela entre 1965-1966 por considerarnos antisoviéticos. Hoy proponemos una nueva civilización que requiere otros paradigmas: una revolución ecológica fundada en un modelo energético diferente.

P. —Usted era procubano, ¿qué piensa ahora de la intromisión castrista en Venezuela y en la FANB?

R. —Éramos amigos y aliados de la revolución cubana, no procubanos. El socialismo del siglo XXI permitió la intromisión cubana y vendió la soberanía económica, política, militar, territorial y aérea a Rusia y a China.

P. —¿Apoyaron los fusilamientos en Cuba?

R. —El PRV no los apoyó ni en privado ni en público.

P. —¿Cómo ve ahora a Fidel?

R. —Dándole apoyo a Obama y a Raúl Castro en las relaciones de Estados Unidos con Cuba.

P. —¿Cuándo se acercó a la democracia?

R. —Los conceptos del PRV-Tercer Camino sobre la democracia vienen del anarquista Bakunin y del filósofo alemán Rudolf Bahro, quienes consideraban que el socialismo tendría que ser fundamentalmente democrático, pero que la democracia como tal debería ser socialista.

P. —De poder, ¿volvería a la montaña?

R. —Me iría de nuevo a jugarme la vida para una nueva rebelión popular.

P. —¿Resurgiría aquella guerrilla que atentó contra la democracia, esta vez para defenderla?

R. —Venezuela vive un momento estelar; haces luminosos marchan hacia un punto crítico.

P. —¿Cómo veía a Rómulo Betancourt?

R. —Con clara capacidad sobre el problema del poder político y vinculado estrechamente con el poder político, económico y militar de Estados Unidos.

P. —¿Y hoy?

R. —Hubiera apoyado a Obama y a Raúl Castro en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.

P. —¿Se considera el principal instigador de la subversión?

R. —La subversión planetaria de los años sesenta fue la expresión del derecho a la rebelión de los pueblos con entero carácter colectivo. Yo era un miembro más de esa muchedumbre.

P. —¿El error de la lucha armada?

R. —La clara incapacidad de la jefatura sobre el problema del poder político. Perdimos tres momentos para derrotar el Pacto de Punto Fijo: octubre-noviembre de 1960 nace el MIR, URD se retira del gobierno, bajan los precios del petróleo y Betancourt se ve obligado a rebajar los sueldos y salarios en 10%. Estos hechos pusieron al pueblo en la calle en grandes protestas, huelgas y descontento generalizado.

P. —Se dice que hubo actores guerrilleros que arengaban a los muchachos a inmolarse en la montaña y luego se hacían fotografiar en el Jardín Botánico…

R. —La mayoría de los hombres y mujeres de la rebelión estaban enteramente ubicados en sus respectivos puestos de combate: ciudades, pueblos, montañas y cuarteles.

P. —¿Hubo ajusticiamientos entre ustedes?

R. —No, fueron calificados de entera violación de los derechos humanos.

P. —¿Recibían órdenes de Castro?

R. —No.

P. —¿Fue usted lo suficientemente bravo?

R. —Nunca, nunca.

P. —Y Chávez, ¿fue tan bravo como lo pintaban?

R. —Libros publicados por sus compañeros de armas describen su comportamiento en momentos difíciles de su vida.

P. —¿Creyó alguna vez en José Vicente Rangel?

R. —Cuando éramos niños.

P. —¿Qué tal una versión actualizada de El expediente negro?

R. —Excelente, excelente.

P. —¿Un mandatario de izquierda eficiente?

R. —El que dirija a las muchedumbres a derrotar el capitalismo de libre mercado y la concepción estatista sin propiedad privada.

P. —¿La plusvalía de esta revolución con el decreto del estado de excepción?

R. —El establecimiento jurídico de todos los factores apoyados en los decretos de estado de excepción, que simbolizan el despotismo, el militarismo policial, las dictaduras clásicas de América Latina, el terrorismo de Estado, las acciones de las OLP apoyadas en la resolución presidencial 008610, la GNB y el resto de la Fuerza Armada, refrendados por todos los poderes públicos.

P. —¿Prevé otro Caracazo?

R. —El Caracazo de febrero del 89 careció de un plan que derrotara a todas las formas de Estado hasta entonces conocidas. Lo que viene es la rebelión de las muchedumbres anunciando la nueva civilización.

P. —¿Resurgirá el movimiento obrero?

R. —El movimiento obrero está a la defensiva desde hace algunas décadas en el mundo. Solo con una gran alianza con profesionales, técnicos y productores, que prácticamente hacen el papel de obreros de una fábrica, se retomará la iniciativa. Hay que volver el Mayo Francés del 68, cuando los partidos comunistas y socialistas se negaron a la huelga general y fueron los estudiantes quienes llamaron a la paralización.

P. —¿Llamó alguna vez parasitaria a la burguesía?

R. —La lucha es de valores contra valores; es decir, en las naciones donde las revoluciones han estatizado los medios de producción sin cambiar valores esenciales de la ilustración, se siguen manteniendo los antiguos paradigmas.

P. —¿En qué coincide con Maduro?

R. —Posiblemente en el pasado remoto coincidimos en algunos aspectos. Hoy él representa el socialismo del siglo XXI, que ha llevado a Venezuela a una gigantesca crisis económica, social, política, moral y militar.

P. —¿De qué siglo es el socialismo del siglo XXI?

R. —No hay hasta el presente parámetros que puedan medir el espacio y el tiempo de esta hecatombe.

P. —Si combatió a los militares, ¿por qué los apoyó el 4-F y el 27-N?

R. —En 1991 efectuamos las dos últimas reuniones de planificación de la acción cívico-militar en la que Chávez debió entregar las armas en una manifestación popular. Chávez se nos distancia después de la última reunión y supimos que se había reunido con militantes del PRV, a quienes les hizo guardar el secreto para que no llegara a la dirección de ese partido. Además, se reunió con personas ligadas a Uslar Pietri y a Rafael Caldera. Las reuniones con el sector del 27-N se efectuaron de manera permanente. Las armas las recibió el pueblo de mano directa de la alta jefatura del 27-N el día 26 en la tarde. Por eso la acción del 4-F fue una acción militar militarista, mientras que la de noviembre fue una acción cívico-militar-popular.

P. —¿Alguna semejanza hoy con aquel lema “matar a un policía al día”?

R. —Aquel lema nunca fue una decisión colectiva de la comandancia suprema de las FALN, por el contrario, fue severamente criticado por comandos tanto urbanos, rurales como de las FAN, por considerarlo enmarcado dentro de la violación de los derechos humanos.

P. —En la carpa de guerrillas, ¿hablaba usted con Alí Rodríguez de economía?

R. —Alí Rodríguez daba pleno apoyo a los fundamentos teóricos y prácticos, ahora es uno de los ejecutores de la venta de la soberanía nacional en petróleo, en territorios y en minerales.

P. —¿Son guerrilla los colectivos del gobierno?

R. —La guerrilla siempre ha tenido un código de honor, que entre otras cosas estipula la defensa de los derechos humanos, de la soberanía nacional, de la felicidad y la independencia de los pueblos, la democracia y la lucha contra el narcotráfico. Es notable la diferencia entre la guerrilla y algunos colectivos. Es justo reconocer que hay sectores de los colectivos que ya se han desprendido del gobierno.

P. —¿Tuvo amigos en AD y en Copei?

R. —Tuve una gran amistad con los doctores Ángel Borregales y Arístides Beaujon, senadores de AD y Copei, respectivamente.

P. —¿Y con militares de la “cuarta”?

R. —El PCV me designó en 1957 secretario militar inmediatamente que fue creada la Junta Patriótica, y eso me permitió consolidar las viejas y nuevas amistades. La mayoría de los oficiales de El Porteñazo y El Carupanazo eran patriotas y nacionalistas y militaron en el PCV y el MIR.

P. —A los 84 años de edad, ¿de qué se arrepiente?

R. —Tres oficiales activos con mando de tropa en 1960 me dijeron: Dígale a la dirección del Partido Comunista que forme una junta de gobierno con civiles. A las 4:00 de la tarde el presidente ordenó a las Fuerzas Armadas atacar los 70 focos subversivos de Caracas. A esa misma hora nosotros decidimos hacer preso al presidente Betancourt. He debido meter una mentira a los oficiales y decirles que el PCV, el MIR y un sector de URD decidieron nombrar la junta de gobierno y participar activamente en la rebelión. La verdad es que la decisión de las fuerzas políticas se prorrogó demasiado.

P. —¿Qué será del chavismo?

R. —El peronismo sobrevivió con varias corrientes. El chavismo lo podría hacer si algunas fracciones toman el camino real de la teoría y la práctica revolucionaria, rompiendo radicalmente con el gobierno y su triste historia de estos 17 años.

P. —¿Evolucionó el pueblo venezolano en ese lapso?

R. —Retrocedió inmensamente y no se ha calculado todavía el grado.

P. —¿Habrá referéndum?

R. —El gobierno y sus poderes lo han negado enfáticamente. La MUD ha sido incapaz de enfrentarlo con firmeza.

P. —¿Será tan bravo el bravo pueblo para salir del régimen?

R. —El bravo pueblo tomará su propio camino para derrotar esta dictadura. Procede tomar la calle, huelga general, acto constitucional de desconocimiento del gobierno, nuevo gobierno democrático y constituyente originaria.

P. —¿Qué pasaría en Venezuela si se consolidase la dictadura del proletariado que ustedes anhelaban hace 50 años?

R. —Hace 50 años el PRV rompió con la concepción de la dictadura del proletariado. Venezuela está viviendo la fase final del socialismo del siglo XXI. Hay que acabar con las 2 modalidades del sistema capitalista mundial, que de imponerse por muchas décadas más arrasarían con la naturaleza y la civilización.


El Nacional, 29 de mayo de 2016.

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