Caracas, 05 de
septiembre de 2014
El otrora Comandante del Frente Guerrillero José Leonardo Chirinos nos recibe en un apartamento en el centro de Caracas con vista a la Avenida Bolívar y al Ávila. Los cuadros, afiches y posters colgados en las paredes del recinto nos hablan de las décadas dedicadas a la lucha política desde la acera izquierda.
El otrora Comandante del Frente Guerrillero José Leonardo Chirinos nos recibe en un apartamento en el centro de Caracas con vista a la Avenida Bolívar y al Ávila. Los cuadros, afiches y posters colgados en las paredes del recinto nos hablan de las décadas dedicadas a la lucha política desde la acera izquierda.
Comunista militante desde los 14 años, fue uno de los primeros
organizadores del aparato armado del Partido Comunista de Venezuela (PCV)
en 1960 y un renuente a abandonar la insurrección hasta 1979, año de su
pacificación. Desde allí se dedicó a la conspiración en conjunto con sectores
militares del MBR-200 y Hugo Chávez, de quien se separó tras marginal
participación el 4 de febrero y el 27 de noviembre. Desde 1998 es acérrimo
adversario del chavismo.
La lentitud de su caminar, producto de una reciente herida en el
pie, no da pista de un hombre que, a sus 82 años, ha pasado la mayor parte de
su vida conspirando. El deambular nervioso contrasta con la furia de su verbo
cuando expresa sus convicciones.
Nos atendió mientras reunía documentos para preparar una edición
especial del periódico Ruptura dedicada al recientemente fallecido y cercano
amigo Francisco “el Flaco” Prada. Ruptura comenzó a circular de forma clandestina
en la década del 70 cuando aún se encontraban en la guerrilla.
En nuestra conversación hace honor a su condición histórica de
político incómodo para muchos sectores.
-¿Cómo definiría a este gobierno?
-Es la continuación, pero aumentada, de los 40 años del Pacto de
Punto Fijo. Es continuación porque este gobierno no modificó el estatus
jurídico que existía desde Rómulo Betancourt hasta que llegó Chávez. No
solamente no lo modificó, sino que en materia de sacrificar la soberanía total
(la económica, la territorial, la aérea, la marina) aumentó esa venta que se ha
venido haciendo en Venezuela desde hace doscientos años. Eso es este gobierno.
-Si este gobierno es la continuación del puntofijismo, ¿no es
una revolución como lo afirma?
-Desde el punto de vista de lo que es una revolución, no merece
ese calificativo. No solamente no lo merece, sino que, a la luz de lo dicho, ha
entrado en una etapa de retroceso. Ningún país en América Latina ni en el mundo
llegó a firmarle, entregando la soberanía del subsuelo, convenios petroleros a
las empresas Chevron-Texaco, Exxon Mobil, BP, Shell y seguidamente a las
chinas y a las rusas. Ni Gómez, el dictador, fue tan entreguista como este
gobierno.
Las medidas económicas que está anunciando Maduro y que tiene dos
meses retardando, es porque son pro imperialistas, pro norteamericanas, pro
capitalistas. Es un paquete más grande que el de Carlos Andrés Pérez.
No hallan cómo hacer, están haciendo anuncios suaves para que no
caigan tan de repente y tratando de convencer a su propio partido de cómo hacer
para aumentar la gasolina y para seguir fabricando dinero desde el BCV sin
producción.
-¿Qué cambió después de la muerte de Chávez?
-Si lo analizamos fríamente, Maduro no es sino una vulgar
continuación de Chávez. La única diferencia es que Maduro el día de hoy,
o el de mañana, o en quince días tiene que anunciar medidas económicas más
entreguistas que las mismas ejecutadas por su predecesor. Tocó la época del
paquetazo, pero no es porque Maduro sea un ridículo, es que el gobierno entregó
tanto, que la última etapa que le queda para sobrevivir como gobierno es seguir
vendiendo a Venezuela.
No hay gobierno en el planeta Tierra que haya sido más
antiimperialista de mentira que este gobierno, todos los días critica al
imperialismo y todos los días firma una entrega de la soberanía.
-Si este gobierno es una continuación del puntofijismo que
usted combatió con las armas, ¿cómo haría hoy la revolución que siempre
pretendió?
-En Venezuela estamos en rebeldía contra esta institución
gubernamental, contra la cual también está la mitad del gobierno. Como ejemplo
tenemos lo que dice Felipe Pérez Martí, que fue ministro, o Víctor Álvarez que
fue ministro de las Industrias Básicas, o el propio Giordani, quien es responsable
de 14 años de gobierno y ahora condena. Para que Venezuela reemplace a este
gobierno y viva uno de verdadero socialismo, libertad, soberanía e
independencia, necesitamos que se sume a la alianza emancipadora una gran parte
del mismo gobierno, y ya se están sumando.
A la lista podemos agregar al rector Fuenmayor Toro, a Camilo
Arcaya y a Víctor Poleo, quien era nada más y nada menos que viceministro de
petróleo con Alí Rodríguez y ahora está siendo acusado por Fiscalía de ser
terrorista por escribir críticamente.
Los mejores dirigentes sindicales que tenía Chávez están ahora
preparándole huelgas al gobierno todos los días. Se están añadiendo, además,
militares, porque hay algunos que creyeron que había socialismo y ya saben que
no es así, que lo que hay es una vulgar dictadura integrada a los monopolios
petroleros y energéticos de las empresas multinacionales.
-¿Quiénes son esos militares?
-Si te lo digo, los botan y los hacen presos.
-Poniéndole el foco a la oposición ¿qué opinión tiene de La
Salida y de la reestructuración de la MUD?
-En la Mesa de la Unidad Democrática hay gente honesta, pero ella
no puede excluirse de haber gobernado 40 años entregándose a los imperios, así
como este gobierno. Son igualitos en eso. Ahora, hay que preguntarse, ¿por qué
la MUD nunca se ha pronunciado sobre una Ley de empresas mixtas aprobada por la
AN el 31 de marzo del 2006? Con esta es que Chávez da el gran salto de
entreguismo a los imperios. No se pronunciaron porque están de acuerdo, ese es
su propio programa. Chávez se los robó y no hallan qué decir.
Aparte, Capriles nunca fue a reclamar que había ganado unas
elecciones, y militares, te lo repito, militares se quejaron que ellos sabían
que había ganado y no tuvo la valentía para ir a reclamar.
Asimismo, Ramón José Medina, vicepresidente de la MUD, recriminó
que Leopoldo López se entregara a las autoridades. Yo digo, ¿cómo una persona
que aspira a ser presidente de la República se va a entregar? A él lo
convencieron, pues le iban a rebajar los años y ahora le agregaron más
acusaciones.
Antes de tomar la decisión, López se entrevistó con un político
que había estado preso con Pérez Jiménez y éste le aconsejó que no se
entregara, porque para ser presidente hay que tener resistencia, esto lo sabe
Medina y el resto de la MUD.
-¿Usted cree que la salida a este gobierno son las urnas, la
calle u otra vía?
-Hay cuatro tipos de salidas planteadas. La primera ya está siendo
trabajada y es que un sector de la Mesa de la Unidad junto a un grupo del
chavismo están planteando un nuevo Pacto de Punto Fijo y aliarse, los
vagabundos. Ya la Mesa anda buscando sus candidatos para la AN, para el TSJ,
para la Fiscalía, etc.
La segunda es que en el oficialismo hay personas capaces de
sacrificar a Maduro para que no se caiga todo el gobierno. Sacrificarlo
significa que él renuncie y vengan elecciones. El gran problema es que no
tienen candidato que se asemeje a estos 15 años; José Vicente Rangel ni
Diosdado Cabello son pro-cubanos.
La tercera salida es el golpe y contragolpe. En Venezuela y en
América Latina nunca dejarán de preparar golpes, eso lo sabía Chávez porque con
él conspiré diez años. El golpe lo está preparando un sector de la derecha y
otros más. También están disgustados los militares revolucionarios que creyeron
en el socialismo y lo que salió fue un vulgar capitalismo.
Hay una última salida que no son las elecciones ridículas, ni los
golpes de Estado, ni muertes. Hablo de una huelga general en la cual todos los
venezolanos, incluyendo más de la mitad del chavismo, se paren pacíficamente
un día. En la historia tenemos ejemplos: el 19 de abril de 1810 no hubo un
muerto pero sacaron totalmente al gobierno español, y otro día, el 21 de enero
de 1958, la Junta Patriótica hizo una huelga y derrotó a Pérez Jiménez. El
pueblo se va a levantar junto a militares y hombres del gobierno, y sacará al
gobierno.
-¿Qué vendrá para Venezuela?
-Es inevitable que venga un cambio. Hay una crisis civilizatoria
en el planeta. Es irrevocable que ésta entre en Europa, Asia, África y América
Latina derribando gobiernos, y Venezuela puede ser uno de los primeros en el
que se instaure una nueva civilización. Ya no sería ni el capitalismo privado
clásico ni el capitalismo de Estado como el de Rusia, sería el invento que la
juventud haga.