A finales del año 2009, el Presidente Chávez convocó a una reunión de partidos de izquierda y propuso conformar la V Internacional, para unir las fuerzas de todos los movimientos populares que luchan contra el imperialismo en el mundo.
Aunque muchos aplaudimos la audaz y necesaria propuesta, la misma fue tomada con pinzas y máxima precaución por otros.
Si en el 2009 esta propuesta parecía oportuna, a la luz de los cambios que vive América Latina; hoy, ante la conmoción creada por la pugna candente entre los alzamientos populares en el mundo árabe y la contraofensiva imperialista que no se ha hecho esperar, la unión de los movimientos revolucionarios y antiimperialistas del planeta se ve como una tarea imprescindible, que lamentablemente ha quedado relegada.
No es la primera vez que pasa esto con una idea del Comandante. Recordemos que en 2001 Chávez propuso la creación del ALBA, que recién comenzó a materializarse en diciembre de 2004, a partir de la firma del tratado constitutivo de la Alianza, entre Cuba y Venezuela. Estamos ya en 2011, y el ALBA tiene muchos logros, el más importante de ellos es haberse constituido como territorio libre de analfabetismo. Y aunque esto demuestra el acierto de la iniciativa, todavía el burocratismo reinante en la estructura de nuestros estados, sigue siendo un obstáculo para el avance del ALBA.
Con la V Internacional, ha pasado algo similar. La idea es justa y necesaria, sabemos que Chávez persistirá en ella. Pero para que se concrete es necesario vencer las resistencias mezquinas, la inercia sectaria, el dogmatismo y poner por delante los grandes objetivos de los pueblos y de la humanidad.
La necesidad de unir a los pobres de la tierra en la lucha contra el capitalismo imperialista, forma parte del horizonte común de todo movimiento que realmente crea que hay que acabar con la desigualdad, la injusticia, el hambre y la guerra.
Es urgente encontrar el camino para materializar esta grandiosa idea. Iniciar con los que no dudan, e ir convenciendo a los demás. Organizarnos.
Las contradicciones del mundo capitalista se agudizan cada vez más, pero el desenlace no nos llevará indefectiblemente al socialismo. Si así fuera, podríamos echarnos a descansar. La especie humana y la vida en el planeta están en juego, un mundo peor también es posible. “En la demora está el peligro”, decía Eloy Alfaro.
Fuente: Congreso bolivariano de los pueblos, Boletín informativo Nº 273, del 25-02-11